Mediante los canales del infrarrojo podemos saber el comportamiento de la vegetación y su estado de sanidad, esto nos permite generar un diagnóstico oportuno mediante vuelos en cultivos o zonas arbóreas de conservación que requieren especial atención a daños causados por ataque de plagas o enfermedades por carencias de nutrientes, estructurando como resultado un mapeo preciso que va a facilitar la toma de decisiones, la optimización de los recursos así como la aplicación de fumigantes o pesticidas que ayuden a la resolución del problema. Con el avance tecnológico estos mapeos los podemos importar a diversas plataformas para hacer las verificaciones en campo con menos personal y tiempo invertido destinado a estas labores.